¿Donación en vida o herencia? La eterna pregunta de la mayoría de familias que quieren dejar repartido su patrimonio inmobiliario antes de fallecer. Y es cierto que es una decisión complicada ya que cada una de las opciones conlleva unas implicaciones fiscales que pueden ser más o menos beneficiosas dependiendo de la situación.
Elegir entre donar en vida o dejar en herencia el patrimonio es una decisión complicada y depende de múltiples factores. Las implicaciones fiscales de cada opción, la regulación aplicable en cada comunidad autónoma de España y la situación patrimonial del donante, son determinantes a la hora de tomar la decisión más ventajosa. Esta elección es de gran importancia, pues afecta de forma directa a los bienes patrimoniales y al futuro de los seres queridos.
En el caso de la herencia, el patrimonio se transmite tras el fallecimiento del propietario, mientras que en la donación se permite transmitir todos o parte de los bienes en vida del donante.
En concreto, en la donación la persona a la que se donan los bienes debe aceptarlos y llegar a un acuerdo con el donante para que la donación sea posible, pudiendo presentar sus preferencias al donante.
Asimismo, en la herencia, como la transmisión es posterior al fallecimiento, lo que se estipule en él no puede ser cambiado. El beneficiario puede aceptarlo o no pero no podrá modificarlo una vez el titular del mismo haya fallecido.
Existe la posibilidad de decidir vender la vivienda a un familiar en vida para evitar cualquiera de las dos opciones anteriores pero también lleva implícitos algunos impuestos y lo más importante, la venta de la vivienda es irrevocable, no puede revertirse una vez se firma.
Qué es más barato donación o herencia
Tanto al aceptar una donación en vida como una herencia, la persona receptora debe hacer frente al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y declarar la recepción de esta nueva propiedad en su Declaración de la Renta. También deberán pagar la Plusvalía municipal.
Sin embargo, en las donaciones en vida existen exenciones en el IRPF. Si el patrimonio del donante tiene un valor superior al que tenía cuando fue adquirido, debe ser incluido como ganancia patrimonial y se paga aproximadamente un 20% de dicha diferencia. Están exentas de este pago las donaciones cuando la vivienda es vivienda habitual y el donante mayor de 65 años, la propiedad de la vivienda es inferior a un año y cuando el donante se reserva el usufructo de la vivienda en vida y dona solo la nuda propiedad.
Si analizamos los beneficios de cada opción, la donación implica la transmisión inmediata de los bienes, sin esperas. En el caso de la herencia, debemos esperar a que la persona fallezca para pasar a ser propietario de dichos bienes, pero heredar suele ser más económico que donar, desde una perspectiva fiscal y de costes en general ya que muchas Comunidades Autónomas ofrecen bonificaciones dependiendo del grado de parentesco del heredero.
Qué sale más barato donación o compraventa
En este sentido, la compraventa beneficia al comprador pero la donación es más rentable para el donante. Será necesario estudiar cada caso concreto para determinar la rentabilidad de cada uno en base a los impuestos totales a pagar.
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