Para decidir la opción más rentable entre vender o alquilar hay que tener en cuenta tres aspectos básicos:
- Las características propias de la vivienda, como la ubicación, el tamaño, la distribución, el estado.
- La situación del mercado en el momento de la venta o alquiler.
- La situación personal del propietario, como por ejemplo, urgencia por vender o necesidad de liquidez.
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Ventajas y desventajas de vender
Vender una vivienda implica una serie de ventajas respecto a alquilar como son:
- Vender permite obtener dinero rápido por lo que si tienes necesidad de liquidez de forma inmediata, la venta te permitirá obtener tus objetivos mejor que el alquiler.
- Cuando vendes los beneficios que obtienes son claros y conocidos desde el primer momento. Si eliges una buena situación del mercado y la zona en la que se encuentra la vivienda se ha revalorizado, obtendrás beneficios en comparación con el precio al que compraste la vivienda.
- Vender implica también algunos beneficios fiscales ya que la Agencia Tributaria libera del pago por las ganancias si, por ejemplo, vendes tu vivienda habitual para comprar otra.
- Vender es la opción más sencilla si la vivienda tiene varios propietarios y además evita otros gastos a largo plazo de mantenimiento de la vivienda o impuestos.
Sin embargo, también existen ciertas desventajas de la venta frente al alquiler:
- Vender una vivienda implica una pérdida de patrimonio que puede que evite la obtención de beneficios mayores a posteriori.
- La venta de una vivienda supone gastos importantes de formalización del contrato y firma de la escritura.
- Si no vendes para reinvertir, hacienda se quedará hasta un 21% del valor de venta, lo que supondrá una disminución de tus beneficios.
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Ventajas y desventajas de alquilar una casa
Alquilar una casa también implica una serie de ventajas y desventajas.
En cuanto a las ventajas, en primer lugar, alquilar nos permite conservar nuestro patrimonio para decidir en un futuro el uso que queremos hacer de él, no sabemos si necesitaremos la vivienda más adelante o si podremos venderla a un mejor precio que el actual.
Por otro lado, los trámites de alquiler son mucho más sencillos que los de venta, mucho menos papeleo e inversión económica para hacer efectiva la transacción.
En cuanto a las desventajas, inevitablemente si alquilamos una vivienda tenemos que seguir haciendo frente a algunos de los gastos de la misma como el IBI, la comunidad o los posibles desperfectos que se puedan ocasionar en la vivienda.
Además, el dinero obtenido por el alquiler de una vivienda debe incluirse en el IRPF, por lo que implica el pago de impuestos.
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