Puede suceder que tras unos años pagando tu hipoteca te das cuenta de que las condiciones ya no son favorables para ti o competitivas respecto al mercado de financiación. Es por ello, que existe la posibilidad de refinanciar una hipoteca. Con la refinanciación, el titular puede renegociar con el banco el tipo de interés, el plazo de amortización, las comisiones o las cuotas. ¿Quieres saber cómo refinanciar tu hipoteca? En este artículo vamos a contarte cómo cambiar las cláusulas de tu hipoteca y el precio que te puede cobrar el banco por ello.
Qué es una refinanciación
Como ya hemos explicado, la refinanciación de una hipoteca consiste en cambiar las condiciones de un préstamo hipotecario. Puede llevarse a cabo a través de una novación o una subrogación, sin tener en cuenta la posibilidad de contratar un crédito nuevo.
Las causas por las que suele solicitarse una refinanciación son el abaratamiento de la hipoteca rebajando el tipo de interés o eliminando las comisiones, cambiar a interés fijo para deshacerte del euríbor y evitar posibles subidas de la cuota mensual, aumentar la cantidad financiada para llevar a cabo otros proyectos, sumar o quitar titulares y avales o renegociar los términos para evitar impagos, si tu situación económica ha cambiado.
Aunque no lo creas, la refinanciación de una hipoteca es un trámite muy solicitado. En concreto, solo en el mes de febrero de 2023, se realizaron más de 11.000 refinanciaciones.
Cómo refinanciar una hipoteca
Para refinanciar una hipoteca, existen los dos métodos:
- La novación: consiste en refinanciar la hipoteca mediante un pacto con el banco, para el que normalmente el banco pide algo a cambio de mejorar tus condiciones de refinanciación, como una comisión o la contratación de un seguro, por ejemplo.
- La subrogación: la subrogación es el traspaso de la hipoteca a otro banco con el objetivo de mejorar las condiciones.
Cuantas veces se puede refinanciar un crédito hipotecario
En realidad, no hay un límite legal de veces permitidas para refinanciar una hipoteca pero es cierto que dependiendo del tipo de préstamo hay que esperar un tiempo estipulado para poder realizar una refinanciación, lo que limita la cantidad de veces que se puede llevar a cabo.
En este sentido, los préstamos convencionales no tienen periodo de espera aunque algunos prestamistas tienen la regla de no ofrecer una refinanciación antes de pasados los 6 meses, si se trata del mismo prestamista. Sin embargo, si se trata de un préstamo respaldado por el gobierno generalmente sí hay un periodo de espera que suele ser también de seis meses.
Ventajas y desventajas de refinanciar una casa
Es cierto que las condiciones de la refinanciación dependerán de la entidad bancaria pero generalmente las principales ventajas son:
- Permite acceder a una cantidad de efectivo para que lo utilices para el proyecto que deseas llevar a cabo.
- Hace posible la unificación de dos o más créditos, lo que facilita tus condiciones de pago.
- Avala la posibilidad de cambiar de interés variable a fijo, que suele ser a largo plazo mucho más beneficioso.
No obstante, supone también algunas desventajas como:
- Si reduces el plazo de amortización, las cuotas mensuales aumentarán.
- Puede acarrear costes o comisiones.
- El valor de tu casa no aumenta porque sigue hipotecada.
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