El gas natural es una de las energías más económicas en la actualidad, comparada con la electricidad, el propano o el butano.
La calefacción es lo que más consume en un inmueble que dispone de suministro de gas natural, lo que puede hacer que la factura aumente en los meses más fríos, puesto que su requerimiento es mucho mayor.
A esto le sumamos que, desde el inicio del 2023, el precio del gas ha aumentado un 11% con respecto a meses anteriores. Y, aunque el Gobierno ha reducido el coste del IVA del 21% al 5% para tratar de minimizar dicha subida hasta diciembre de 2023, es imprescindible que los consumidores analicemos nuestra factura de gas para reducir su gasto a final de mes.
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En primer lugar, debemos de asegurarnos de que el sistema de calefacción funciona de manera eficiente, para ello, es conveniente que estén instalados debajo de las ventanas y purgarlos siempre antes de la llegada del frío.
Además, se pueden aplicar una serie de medidas para ahorrar en la rutina diaria de consumo:
- Regular la temperatura de la vivienda a 20º durante el día y a 16º por la noche, pues por cada grado superior, el consumo se incrementa un 7%
- Regular la caldera a un máximo de 45º y el agua caliente de 30 a 35º
- Instalar termostatos para regular la temperatura de las diferentes estancias.
Cumplir con las revisiones anuales de la caldera para asegurar su buen estado y consumo eficiente.
Consumo anual de gas de una vivienda
Una vez reducido el gasto de gas, es hora de fijarnos en la tarifa de acceso de nuestro suministro, que es establecido por la distribuidora en función del consumo anual y de los hábitos de consumo.
Es decir, si reduciendo el consumo anual, podemos conseguir reducir la parte fija que pagamos todos los meses en nuestra factura de gas natural.
| Tarifa | Consumo |
| RL.1 | Inferior a 5.000 kWh/año |
| RL.2 | Entre 5.000 y 15.000 kWh/año |
| RL.3 | Entre 15.000 y 50.000 kWh/ año |
Qué tarifa de gas natural contratar
Una vez comprobados ambos términos de la factura, es momento de revisar nuestro contrato de gas, para localizar la tarifa que mejor se adapte a nuestras necesidades de consumo. Para ello es imprescindible hacer una comparativa entre el mercado libre y regulado.
Mercado regulado de gas
La tarifa TUR de gas se opera únicamente en el mercado regulado. Su precio es marcado y supervisado por el Gobierno cada tres meses, por lo que no admite descuentos ni promociones en sus precios.
Su mayor desventaja es que cambia en base a un sistema de subastas, por lo que se pueden experimentar subidas en sus precios en los meses de enero, abril, julio u octubre, además, solo puede ser contratada por los usuarios cuyo consumo sea inferior a 50.000 kWh/ año.
Mercado libre de gas
Por el contrario, dentro del mercado libre existen múltiples ofertas y promociones, pues cada comercializadora fija libremente sus condiciones de contratación. Por tanto, el precio es pactado de antemano y se mantiene durante 12 meses.
Podemos distinguir, por un lado, las tarifas de precio fijo, dónde el precio del kWh no varía en todo el año y se paga el consumo realizado en cada periodo de facturación.
Y por otro, las tarifas planas, que están destinadas a aquellos suministros con consumos elevados en los meses más fríos, pues se paga el mismo precio todos los meses y se reparte el gasto durante todo el año.
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