Hoy en día, uno de los mercados con mayor proyección y beneficios en los que un inversor puede entrar es, sin duda, el mercado de los bienes inmuebles. Dentro de este gran sector, en los últimos años se ha visto incrementado el número de viviendas que, por diversos motivos, se acaban convirtiendo en pisos de alquiler pero, ¿qué hay que tener en cuenta antes de iniciarse en este tipo de mercado inmobiliario?
Al fin y al cabo, poner una vivienda en alquiler es un proceso con cierto riesgo pero que también puede suponer grandes beneficios para el propietario, por lo que hoy nos dedicaremos a analizar cuáles son esos puntos clave que todo arrendador debería tener en cuenta antes de poner su inmueble en alquiler.
Desde la necesidad de contratación de un seguro contra el impago de alquiler hasta otras cuestiones como definir el tipo de inquilinos objetivo, o cómo fijar el precio de la mensualidad, son solo algunas de las cuestiones que estaremos tratando en este post. Así, esperamos ponérselo un poco más fácil a todos aquellos propietarios que estén animados a dar el paso pero todavía no sepan muy bien por dónde empezar a trabajar.
Uno de los primeros pasos que todo propietario debe dar para poner su inmueble en alquiler es definir, de manera previa, qué tipo de inquilinos quiere para su inmueble. En este sentido, el mejor factor de decisión será siempre evaluar la capacidad económica del inquilino para asumir el pago de la mensualidad. Sin embargo, más allá de esto, está claro que no es lo mismo poner en alquiler un piso para universitarios, que para una familia o para una empresa.
Por eso, el mejor consejo es realizar un estudio sobre la vivienda para determinar qué tipo de inquilinos encajarían mejor con el precio, la ubicación y las instalaciones del inmueble. Esto nos ayuda también a decidir qué temporalidad queremos para el piso, si por ejemplo buscamos obtener un gran rendimiento durante el curso escolar para disfrutar de la vivienda durante el verano o si, por el contrario, buscamos inquilinos que prioricen la estabilidad con un contrato que dure varios años.
Establecer un precio para la mensualidad
Otro de los factores decisivos a la hora de poner una vivienda en alquiler es establecer un precio justo para la renta mensual. Para determinar cuál será el mejor precio del inmueble hay que estudiar a fondo el mercado inmobiliario y comparar la vivienda con otras teniendo en cuenta una serie de características.
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La ubicación dentro del núcleo de población, los metros cuadrados habitables, el estado general de la vivienda, el equipamiento dentro de la misma, la facilidad de acceso a los servicios básicos o, incluso, la altura del piso son algunos de los factores más determinantes a la hora de marcar un precio.
Además, también se debe tener en cuenta el precio de alquiler que tengan inmuebles similares para no establecer un precio ni demasiado barato ni excesivamente caro respecto al resto del mercado.
La necesidad de contratar un seguro de impago
Un punto imprescindible del que todo propietario debe tener conocimiento a la hora de poner su vivienda en alquiler es la necesidad de contratar un seguro que cubra al arrendador ante el impago de las rentas. Por lo general, estos seguros se responsabilizan del pago de hasta 12 mensualidades, además de cubrir otros gastos como actos vandálicos que se puedan llevar a cabo dentro de la vivienda o la defensa jurídica personalizada. Sin duda, esta es una inversión en tranquilidad que cualquier propietario debe tener muy en cuenta antes de poner su vivienda en alquiler, ya que así estará cubierto en caso de haber hecho una mala selección de inquilinos sin saberlo.
Impuestos a tener en cuenta sobre el alquiler
Como todas las propiedades privadas que aportan beneficios, el alquiler no está exento del pago de impuestos y es una cuestión muy a tener en cuenta por parte de los propietarios. Llevar al día las obligaciones fiscales referentes a un piso de alquiler es relativamente sencillo, sin embargo, el mejor consejo es poner este tema en manos de profesionales, contratando los servicios de una inmobiliaria que se encargue de los trámites y la fiscalidad del inmueble.
Sea como sea, hay que tener claro que los alquileres deben tributarse como un ingreso más, declarando el correspondiente IRPF. Por otro lado, también hay que tener en cuenta que los alquileres de viviendas a particulares están exentos de pagar IVA; sin embargo, en el caso de que se arrienden a empresas o trabajadores autónomos para el desarrollo de su actividad, sí habría que sumarle a la mensualidad el 21 por ciento correspondiente a este impuesto.
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