En el mercado inmobiliario, casi todas las compraventas de viviendas se realizan mediante firma de Escritura Pública ante notario y se inscriben en el Registro de la Propiedad. Sin embargo, aunque este proceso es recomendable para evitar posibles problemas futuros, no es obligatorio, por lo que en este artículo te vamos a contar todo sobre la escritura pública de compraventa.
La Escritura Pública de compraventa es un documento público que certifica quién es el propietario de una vivienda. Está regulado por la ley y está sujeto a la normativa establecida.
En este sentido, para tener carácter público, es imprescindible que esté firmada ante notario, para garantizar la máxima seguridad jurídica y credibilidad frente a Administraciones públicas o jurados.
Ante la ley, un contrato privado firmado por las partes implicadas en la compraventa es válido y legal. Sin embargo, no tiene las mismas garantías que una escritura pública.
A grandes rasgos, la principal diferencia entre un contrato privado de compraventa y una escritura pública es que el contrato privado no puede ser inscrito en el registro de la propiedad, ni cuenta con presunción de veracidad, por lo que en el caso de una futura venta, no garantizará que dicha propiedad es veraz.
Asimismo, una de las causas por las que algunas partes optan por firmar un contrato privado es porque creen que está exento de tributación y esto es completamente falso. Toda transacción de compraventa debe tributar, y en el caso de no hacerlo, las partes recibirán una sanción.
¿Cuáles son los gastos de una escritura pública?
Lo primero que debes saber es que, en cualquier caso, la parte compradora es quién debe asumir la totalidad de los gastos de la escritura pública.
En cuanto a la cantidad a pagar, es difícil realizar un cálculo exacto ya que depende del precio de la vivienda y de otros factores como si es la primera inscripción de la misma o si tiene hipoteca, entre otros.
Los costes de Notario tienen en cuenta también varios factores, como el número de hojas de la escritura, las personas implicadas en la compraventa o el precio de la vivienda. Además, los aranceles notariales están regulados por ley, por lo que firmes con el notario que firmes estos gastos deberán ser los mismos, pudiendo realizar un descuento máximo del 10%.
Para que te hagas una idea, los gastos de la escritura de una vivienda de unos 300.000 euros podría ascender a una factura de unos 500-600 euros. Si además, vas a firmar una hipoteca, el precio aumentará a unos 1.000 euros.
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