Alquilar tu propiedad implica más que simplemente encontrar inquilinos. Un paso crucial y a menudo pasado por alto es la formalización del contrato de alquiler y, aunque un contrato alquiler de una vivienda verbal tiene absoluta validez legal, es aconsejable redactar un contrato para evitar posibles conflictos posteriores entre propietario e inquilino. Para ello, no es necesario que sea un contrato formal que puedas bajarte por internet, solo hace falta que cumpla unos requisitos mínimos. Sigue leyendo porque vamos a contarte cómo hacer un contrato de alquiler de una vivienda paso a paso.
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Existen diversos tipos de contrato de alquiler de vivienda y es importante también que los conozcas todos a la hora de decidir cómo hacer un contrato de alquiler de una vivienda. Los tipos de contrato de alquiler de vivienda son los siguientes:
Contrato de alquiler de vivienda habitual
Como su propio nombre indica, está destinado al alquiler de viviendas de uso habitual, es decir, aquellas en las que el arrendatario vivirá de forma permanente y durante un largo periodo de tiempo. Tienen una duración de hasta 5 años, prorrogables hasta 3 años más.
Contrato de alquiler de vivienda temporal
Estos contratos tienen una corta duración, normalmente menos de un año. Son habituales en casos concretos como alquileres para estudiantes, extranjeros o personas que viajan por proyectos profesionales. Está exento de IVA.
Contrato de alquiler turístico
El contrato de alquiler turístico se firma cuando el alquiler tiene un fin vacacional. No están regulados por la Ley de Arrendamientos Urbanos y suelen durar como máximo un mes.
Contrato de alquiler comercial
Normalmente es aquel en el que se cede el uso de un local por un determinado tiempo. Se debe dejar constancia del uso que se hará del espacio.
Contrato de alquiler con opción a compra
Este tipo de contrato de alquiler se trata de un contrato doble ya que hay que estipular las condiciones del contrato de alquiler de vivienda habitual y uno de compraventa tras pasar el periodo estipulado del primero.
En el contrato de alquiler hay que indicar que existe un contrato posterior de compraventa que se hará efectivo cuando finalice el del alquiler y se restará la cantidad pagada por el mismo al precio de venta.
Contrato de alquiler social
El contrato de alquiler social está destinado a las viviendas que ofrece el Estado a personas con riesgo de exclusión. Dura como máximo dos años.
Alquiler por habitaciones
En este tipo de contrato lo que se alquila es el derecho a usar una habitación de la vivienda por un tiempo determinado, compartiendo las zonas comunes con otros arrendatarios.
Qué tener en cuenta en un contrato de alquiler
Para la elaboración de un contrato de alquiler se deben seguir las siguientes pautas:
- Es necesario que incluya los datos completos tanto de los propietarios como de los inquilinos, incluyendo teléfono y correo electrónico.
- Debe contener un domicilio válido del arrendatario que no coincida con la vivienda alquilada para poder ser localizado.
- Si el arrendatario es una sociedad mercantil deben constar los datos registrales y los datos de la persona autorizada a suscribir el contrato de arrendamiento, con la identificación del apoderamiento con el que interviene, incluyendo la identificación del notario, número de protocolo, fecha, etc.
- Es imprescindible que se hagan constar los datos del inmueble.
- Conviene también incluir los datos registrales y referencia catastral del inmueble, con la localización del mismo y la superficie que ocupa.
- Muy necesario que se especifique el plazo de duración del contrato de arrendamiento, que suele tener un alcance de 3 a 5 años.
- Importante añadir también el plazo de renovación del contrato sin renuncia tácita del mismo, que suele ser por plazos de un año y un plazo de renuncia, que suele ser de un mes.
- Un contrato de alquiler necesita también un plazo mínimo de duración del contrato, que suele ser de 6 meses a un año.
Proceso de registro de vivienda paso a paso
Aunque el proceso puede variar según la ubicación, sigue estos pasos básicos:
- Preparación de Documentación: Reúne la documentación necesaria, yendo a un notario si es necesario. Por lo general, se requerirá el contrato de alquiler firmado por ambas partes, identificaciones de propietario e inquilino, y en algunos casos, prueba de propiedad.
- Revisión de Documentos: Asegúrate de que toda la información sea correcta. Errores o información incorrecta pueden causar retrasos o incluso problemas legales en el futuro.
- Presentación de documentos: Entrega la documentación al Registro de la Propiedad, de acuerdo con los requisitos específicos de la jurisdicción local.
- Confirmación oficial: Si todo está en orden, recibirás una confirmación oficial. Esta confirmación es un documento importante que certifica que el contrato de alquiler está debidamente registrado.
- Almacenamiento de documentos: Guarda copias de la confirmación oficial y todos los documentos relacionados en un lugar seguro. Estos documentos pueden ser necesarios en el futuro, por ejemplo, en caso de disputas legales o para la renovación del contrato.
Es esencial tener en cuenta que el proceso puede variar según la jurisdicción, y algunos lugares pueden requerir pasos adicionales. El coste del registro oscila entre 100 a 150 euros, y varía según la ubicación y el valor de la renta.
Recuerda que, aunque este pueda parecer burocrático, es fundamental para establecer la validez legal del contrato de alquiler, proporcionando seguridad tanto al propietario como al inquilino durante la duración del arrendamiento.
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