Dentro de las cargas de una propiedad existe una afección fiscal dentro de la nota simple que explica que la venta de la vivienda está sujeta al pago de diferentes impuestos.
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La nota simple es un documento necesario a la hora de comprar una vivienda ya que certifica si el inmueble tiene alguna carga como una hipoteca o una deuda que no se haya pagado. Sin embargo, en el caso del epígrafe correspondiente a la afección fiscal, la información que aparece no es determinante.
Esto quiere decir que el Registrador de la Propiedad está avisado a través de la nota simple que la transmisión del inmueble está sujeta a uno o varios impuestos, que suelen ser el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. Ambos impuestos deben ser pagados por los vendedores, pero en el caso de que no se paguen, la responsabilidad pasará a los nuevos propietarios.
Es el epígrafe de afección fiscal el que aclara esta cuestión, por lo que es necesario que el comprador pida el justificante del pago de los impuestos para que no surjan problemas posteriores.
En este sentido, es importante tener en cuenta también, que estos impuestos prescriben a los 5 años, por lo que si la transmisión es más antigua no habrá que pagar nada.
¿Qué hacer cuando tenemos una afección fiscal en la nota simple?
Si compramos una vivienda y al pedir la nota simple nos damos cuenta de que existe una afección fiscal, el primer paso es ponernos en contacto con el vendedor para pedirle los justificantes correspondientes según el impuesto que se haya tenido que pagar.
Por otro lado, para prevenir posibles problemas futuros con hacienda lo ideal es que realicemos una retención en el pago del precio de venta, que se mantendrá hasta que se cumpla el plazo de 5 años y prescriba el pago del impuesto, o pedir un aval bancario por el importe correspondiente.
Así nos aseguraremos que las deudas del antiguo propietario no nos afecten a nosotros.
¿Qué sucede si no se paga la afección fiscal?
El pago de los impuestos que aparecen en la afección fiscal de la nota simple es imprescindible. En el caso de que ninguna de las dos partes se haga cargo del pago, la Agencia Tributaria puede embargar el inmueble e incluso ponerlo en subasta para cobrar la deuda pendiente.
Por todo ello, es esencial pedir los correspondientes justificantes. Será la forma de realizar una compra segura y sin sorpresas.
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